Han pasado 110 años del nacimiento de Frida Kahlo. Una mujer icónica y que supo ganarse un lugar en la historia. Su arte, fortaleza y tenacidad son recordados hasta ahora. De hecho, no toda su fama se debe a sus pinturas, sino a ese carácter único que supo hacerle frente al dolor que marcó su vida.
En efecto, Frida – quien nació el 6 de julio de 1907 – es hasta ahora una de las personalidad más importantes, tanto en la historia del arte, como en la historia de la mujer. Aunque solo vivió 47 años, dejó un legado que sigue fascinando e inspirando a muchos. Conmemorando el aniversario de su nacimiento, presentamos detalles de su vida y su arte que la convirtieron el icono que conocemos.
Hechos que marcaron su vida
A los 6 años fue diagnosticada con poliomielitis y como resultado, su pierna derecha era más delgada que la izquierda. Esto hizo que prefiriera las faldas largas que, más adelante, serían su sello personal.
En 1922 fue admitida a la Escuela Nacional Preparatoria. Planeaba estudiar Medicina. Sin embargo, a sus 18 años ocurriría algo que le cambiaría la vida. Cuando viajaba en un autobús, este tuvo un accidente y una barandilla de acero lastimó su pelvis y cadera. Sufrió lesiones muy graves como resultado y fracturas múltiples en la cadera y columna vertebral.
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Los médicos no esperaban que sobreviviera, pero lo hizo. Como consecuencia del accidente, pasó mucho tiempo en cama. Es durante este tiempo que aprendió a pintar. Fue una artista autodidacta y visionaria.
Barreras que desafió
Frida era de origen mestizo. Rompió barreras como mujer y como latina. En un época en la mujer se dedicaba a ser «una extensión del esposo», cosechó éxito con sus obras por mérito propio. Además, desafiaba estereotipos y se desvió de la representación tradicional de belleza femenina. Frida homenajeaba sus raíces vistiendo trajes típicos y nunca cayó en los estándares de belleza.
Amores y pinturas
En 1929, Frida se casó con Diego Rivera, su gran amor (error). Ella tenía 22 años y él 42. Frida no podía ser madre a causa del accidente. Algo que le rompió el corazón. Sin embargo, entregaba todo ese amor de madre a sus mascotas: perros, monos, loros y hasta un venado. Las cuales figuran en muchas de sus pinturas.
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Su pintura “Raíces” (1943) representa claramente su sueño de fertilidad. Aparece Frisa fusionándose con una planta. Lo que también representa cuánto anhelaba ser parte del universo.
Su pintura más conocida es “Dos Fridas” (1939). Fue pintada después de su divorcio con Diego. Una es la Frida amada, que luce un vestido mexicano y sostiene una foto de Diego. Ella le toma la mano a la otra Frida, que tiene piel ligeramente más clara y luce un vestido europeo, tiene el corazón roto. Sin embargo al año siguiente, se volvería a casar con Diego.
Últimos años
Su dolor empeoró en 1940. Tuvo numerosas operaciones (cerca de 35). Tenía que usar un corsé de metal para mantener su columna. Sus pinturas reflejan depresión profunda. De acuerdo a AMA Journal of Ethics: “Como lo reconocen varios historiadores del arte, las expresiones de Kahlo reflejan los muchos desafíos físicos y emocionales que enfrentó en su vida« tanto en sus pinturas, como en sus fotografías.
En la pintura “Arbol de la esperanza, mantente firme” (1946) se ve a dos Fridas. Una lleva vestido mexicano y cuida a la Frida lastimada, que tiene cicatrices de cirugías en la espalda.
Otra famosa pintura «La columna rota» (1944) refleja su dolor físico. En 1950, su salud empeoró. Siguieron más operaciones y su pierna fue amputada. Más adelante diría: “Pies, para qué los quiero si tengo alas para volar”. Y es que, además de sus pinturas y estilo de vestir, Frida nos dejó sus frases, pensamientos y poesías.
Don y fortaleza
Frida falleció en 13 de julio de 1953. Tuvo un don para expresar sus emociones a través de la pintura y sus trabajos son obras únicas y llenas de emoción. Sin embargo, era una mujer admirable en su propio derecho, por lo que sufrió y cómo perseveró. Aunque siempre hay sentido de desesperanza y dolor, su mirada se mantiene desafiante y segura.
