Para nosotros, tener una mascota significa darle cariño y cuidar de él, pero estos no tienen que hacer alguna actividad para ganarse el alimento. En cambio, en la edad medieval, los perros sí tenían que cumplir una o varias actividades para obtener su comida. Por ejemplo, los perros tenían que cuidar el ganado y en el caso de los gatos, tenían que cazar los roedores dentro de la casa.
En la época dorada, existía la necesidad de ponerle un nombre a las mascotas, para que estas puedan identificarse cada vez que eran llamados. Pero cada clase social tenía nombres para sus perros.
Además, en la edad medieval, cuando los dueños de alguna propiedad daban cuentas a las autoridades, ellos indicaban la cantidad de perros que tenían y entregaba sus nombres. Por ello, en la actualidad podemos conocer cuáles eran los nombres de las mascotas de la Edad Media.
Nombres según las clases sociales
Por ejemplo, en las clases bajas de Inglaterra, los nombres más populares eran Terry, Jokke y Bo. Además, en “Los cuentos de Canterbury” hacen referencia que algunos nombres para los perros eran Geralnd, Talbot, Colle, Turg, Furst y Hemmer.
En cambio, en la nobleza tenía otros refinamientos al momento de colocar nombres a sus perros. Por ejemplo, Ana Bolena, una de las esposas del rey Enrique VIII, llamó a su perro Purkoy, porque era una palabra francés que significaba «por qué», debido a que la mascota era un poco curiosa. Otros nombres populares dentro de esta élite eran Venus, Fortuna y Dyamont
Los perros más conocidos en la Edad Media
Algunos perros de esta época, llegaron a alcanzar fama por la fidelidad que tenía con sus dueños. Estos son algunos ejemplos:
Perceval era el perro de Jean de Suare, caballero francés del siglo XIV. Él nunca partía hacia alguna batalla sin la compañía de su sabueso.
Además, el filósofo renacentista León Battista siempre contaba con la compañía de su perro Megastomo.
También, el gobernador de Mantua del siglo XV, Ludovico III, tenía dos perros: Bellina y Rubino, pero cuando murió Rubino, el gobernador mandó a realizar una tumba especial para el perro e incluso consiguió una tumba en el cementerio.
Los gatos en la Edad Media
En cambio, con los nombres de los gatos no existía mucha distinción por clases sociales. Pero, sí se le colocaban nombres de acuerdo a su raza.
Los nombres más comunes en Inglaterra fueron Gyb, el diminutivo de Gilbert, Mite y Belaud, que eran para los gatos grises.
En Francia, utilizaban la palabra ‘Tirbet’ para referirse a los gatos, pero luego esta palabra fue adaptándose como nombre para los felinos.
Existe un registro del siglo XIV que detalle cuales eran los nombres más comunes. Estos eran Cruibne, que significa ‘garritas’, Breome, que significa ‘llama’ y se lo colocaban sólo a los gatos de color naranja, mientras que el nombre Meone significaba ‘maullido’.