A los 12 años, cualquier niño puede estar jugando con amigos, pero ¿se imaginan a una niña organizando algún funeral? Para cualquier persona sería aterrador estar en contacto con difuntos. Sin embargo, Olivia Jessop es una joven muy valiente.
Ella no le teme a la muerte, Olivia trabaja con su abuela en la casa funeraria. Su abuela señala «que no es normal que alguien de su edad haga esa actividad, pero Olivia encuentra satisfacción en ayudar a las familias en una situación difícil de llevar, como es el momento de despedir a un ser querido».
Olivia empezó este oficio desde que tenía ocho años y comenzó ayudando a su abuela con funerales de mascotas. Ella se encarga de colocar las placas en los ataúdes y hacer los arreglos de flores. Esta niña tiene en claro el trabajo que realiza.
Fuente: BBC News
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