Mariana Mendes es una joven de 24 años que vive en Brasil y tiene una marca en su rostro desde el día en que nació. Esta mancha se llama «nevus melanocítico congénito» y le da a 1 de cada 20 mil bebés, esto ocurre por exceso de pigmento en la piel, el cual hace que se vea más oscura. A pesar de que se realizó una cirugía láser cuando ella tenía 5 años, el «nevus» no puedo ser removido.
Para Mariana, esta mancha no ha sido motivo para sentirse mal, pues ella se siente única frente a las demás personas. A pesar de que recibe muchas miradas cuando camina por la calle, su autoestima no se ve intimidada y sigue caminando sin importarle lo que digan. Ella cree que lo que tiene la hace ver hermosa.
Tener un «nevus» ha hecho que ella crezca aprendiendo a quererse a sí misma, pues siempre ha necesitado de mucha actitud para aceptar comentarios que decían que su mancha era fea o rara. Mariana agradece que aquella operación de niña no haya funcionado, pues siente que sin su marca, ella no sería la misma.