Max es un caballo rescatado. Durante la mayor parte de su vida, fue un caballo de carreras. Tras su retiro de ese mundo, desgraciadamente fue a parar a un matadero.
Mientras unas rescatistas de 3 Sisters Equine Refuge ayudaban a otros caballos, lo vieron y simplemente no podían dejarlo ahí. “Había algo en él”, dijo la rescatista Cyndi Davis a The Dodo. No había espacio en el camión, así que tuvieron que volver otro día, tras hacer un arreglo con el vendedor. Finalmente, Max fue rescatado un día antes de su cumpleaños.
Max encajó muy bien en el refugio desde el primer momento. Incluso se volvió muy querido entre humanos y caballos. “Él es muy dulce y todo un personaje”, dijo Davis. Sin embargo, Max no encontró un mejor amigo hasta que llegó Winnie the Poo.
Poo, quedó huérfana con solo dos meses de edad, después de que su madre fuera enviada al matadero. La pequeña llegó con una herida infectada en la boca, un diente faltante y cortes en su rostro y piernas.
Cuando Poo llegó al matadero era todo un caballo salvaje y le costó un poco acostumbrarse. “Cuando llegó, se necesitó a tres de nosotros para sujetarla mientras curábamos sus heridas”, dijo Davis. “Esta pequeña cosa era una fuerza a tener en cuenta. Ahora puedo hacerlo por mí misma; ella sabe que estamos aquí para ayudarla”.
Más adelante, Poo empezaría a integrarse con la manada. Los encargados del refugio la llevaron con yeguas esperando que pudieran establecer relación madre – hija pues Poo necesitaba alguien que la guiara y cuidara.
Sin embargo, la pequeña no logró establecer vínculo con ninguna madre potencial. Fue entonces que decidieron llevarla con Max. Tan pronto como se conocieron, se podía ver un lazo y Max pasó a ser su padre adoptivo.
Max y Poo viven en establos separados. Pero, durante el día, salen a correr y jugar juntos. Max se toma su trabajo de padre adoptivo muy en serio y siempre está cuidando de la pequeña. Disfrutan estar juntos y se nota que se quieren. Ambos han tenido que pasar por mucho así que es lindo que se tengan el uno al otro para reconfortarse.