La apariencia física, aún es un factor muy importante para las personas, ya que si alguien tiene algún defecto, es posible de convertirse en el blanco de burlas o críticas. Así fue el caso de Evita Delmundo, una joven de Malasia que tuvo que soportar desde niña los malos comentaros y chistes de mal gusto sobre su apariencia, ya que su cuerpo está cubierto con varias verrugas.
Desde niña, tuvo que soportar que la llamen «monstruo» o «galleta con chispas de chocolate» y esto hizo que ella se desarrolle como una persona tímida. Evita recuerda cómo unas niñas le reclamaron a su profesora que por qué tenían que acompañarla en le recreo y tratarla bien, esta actitud la puso muy triste y les dijo que no debían seguirla.
Lo positivo, es que a pesar del bullying que ella recibía, no se rindió por sobresalir y participó de un campamento que la ayudó a reforzar su amor propio. Ella siempre quiso participar en el certamen de Miss Universo y su deseo hacía que su fortaleza no se deje debilitar por nada.
Actualmente, está cerca a cumplir sus sueños, pues está postulando para el concurso de Miss Universo y está a la espera de la respuesta de los resultados. Esperamos que la acepten y demuestre al mundo que no importan los defectos para seguir siendo bella.