Existe una gran controversia en cuanto al uso de smartphone en los niños debido a que ellos deberían de enfocar su diversión de otra manera y por el riesgo que hoy estos dispositivos comprometen ante la viralización de contenido en el entorno social. Sin embargo, no se puede negar que para estar comunicados y por seguridad, son también la mejor opción que hay. La pregunta es, ¿a qué edad deberían tener los niños su propio un smartphone?

La edad recomendada

Especialistas en el tema recomienda que los niños no deberían de utilizar móvil hasta que cumplan los 13 años de edad y que la utilización de este aparato debe ser, al principio, controlada conforme con la edad del menor y en cómo ellos empiezan a independizarse.

Los padres, antes de tomar esta decisión, deben estar conscientes del nivel de madurez de su hijo/a dado que esto es una herramienta que los conecta con adultos, extraños y con el mundo exterior, además de significar un gasto adicional en la economía familiar. Es por ello que es muy importante que también tengan conciencia sobre el manejo del tiempo que lo utilizarán con el que representa en dinero, para no darse con sorpresivos e innecesarios gastos.

El teléfono recomendado

La mayoría de smartphones tienen funciones que casi nadie usa y que incrementan el precio de éste. Es por ello que irse por la opción más cara no siempre es lo adecuado, considerando además que existen más probabilidades de pérdida. Sin embargo, irse por la opción más económica puede resultar también caro.

Como suele suceder en los niños, si desde pequeños tienen el teléfono más caro hay muchas probabilidades que para su próxima compra quiera uno igual o mejor, siendo esto también un gasto económico. Es por ello que es importante que conozcan del valor de lo que se le está dando y de la importancia de cuidarlo, pero sin presentarlo como el mejor regalo que uno pueda tener.

Si bien existen planes que benefician la compra de teléfonos a menor precio, acuérdense que estos siempre vienen “amarrados” a contratos que buscarán verle los cuatro pies al gato para seguir lucrando.

Control del smartphone

Las cámaras, los selfies, las redes sociales y los grupos privados son un arma de doble filo en los cuales los padres deben estar involucrados sin violar la privacidad del menor. Es por ello que siempre debe quedar claro con los hijos que los padres van a revisar de vez en cuando el contenido, no porque no confíen en ellos, sino que para confiar más en los extraños.

Es importante también el uso de aplicaciones que bloqueen cierto tipo de material, como el pornográfico, y de aplicaciones de seguridad para, en caso de robo o extravío, se pueda eliminar todo el contenido que lleva dentro y que involucra tanto al menor como al resto de familiares y amigos.

La decisión de no darle un teléfono propio

Muchos creerán que se van a ahorrar en problemas al no darles un teléfono a sus hijos. Error. Ellos necesitan estar involucrados con las tendencias de hoy pero de la manera correcta, en donde éste se convierte en una herramienta de diversión y de comunicación pero no en la “comida” de todos los días. ¿Cómo se logra eso? Con comunicación.