La serie televisiva Dinosaurios hizo reír y reflexionar a toda un generación. Efectivamente, las historias protagonizadas por una familia prehistórica procuraban tener un mensaje profundo. Con temas como el racismo, abuso de drogas, la importancia de la familia, objetificación de la mujer y más. Durante la época de los 90, la serie encantaba a miles por sus divertidas historias e increíbles disfraces. Sin embargo, hay una gran parte de fanáticos de la serie que nunca llegaron a ver el último episodio.
El último capítulo recibió el nombre de “Naturaleza cambiante” y tuvo gran impacto en la audiencia en ese entonces. Aunque el mensaje aplica perfectamente a esta época y es que, a pesar de ser un tanto fuerte – en Estados Unidos fue presentado con una advertencia pues el contenido podría impresionar a niños pequeños – deja una gran lección.
El episodio presenta grandes cambios una vez que el jefe de Earl ordena a sus empleados destruir el hábitat de un insecto para construir una fábrica. Esto desencadena problemas con las enredaderas pues ya no hay especie que las coma. Más adelante, el jefe ordena usar un herbicida para eliminar las enredaderas, pero la sustancia elimina toda la flora. El resultado es un tipo de sequía.
Tras ver el desastre que causó, el jefe intenta calmar las cosas y decide detonar todos los volcanes de Pangea pues, según él, eso les daría las nubes que necesitaban. Sin embargo, lejos de arreglar la situación, el mundo termina cubierto por una nube de azufre. Esta impide que los rayos solares lleguen a la Tierra y origina una nueva era glacial.
Es entonces que Earl se da cuenta de que el terrible daño causado al planeta es irreparable. Por ello, decide reunir a su familia y disculparse por haber formado parte del problema. Todos intentan ser positivos, pero Earl sabe que no hay marcha atrás.
Una frase, en particular, se vuelve un hito e invita a cuestionar nuestras acciones: “Confíe ciegamente en el progreso y la tecnología sin sentir respeto por la naturaleza. Claro, es fácil abusar de la naturaleza, como siempre ha estado ahí”, dice Earl muy arrepentido. Si bien el capítulo puede ser chocante, especialmente para niños, no resulta en absoluto ajeno a la realidad. Invita a la reflexión sobre el cuidado del medio ambiente y nuestra responsabilidad con los ecosistemas. Puedes verlo a continuación.
