Jaquie Goncher vivía una vida ‘bastante normal’ para una chica de su edad. Sin embargo, todo cambió cuando, a los 17 años, tuvo un accidente en la piscina y terminó con el cuello roto. Los médicos dijeron que ella no volvería a caminar.
No obstante, la joven no se dio por vencida y decidió empezar con su rehabilitación. Tras muchos meses de tratamiento, pudo mantenerse de pie, aunque solo por un máximo de 30 minutos debido a que su espina dorsal realmente estaba lastimada. Pero ella siempre mantuvo actitud positiva.
Los años pasaron y Jaquie debió usar silla de ruedas. Sin embargo, esto no cambió su parecer y ella siguió acudiendo a rehabilitación. La joven comenta que una de sus motivaciones era demostrarles a los médicos que ella podría mejorar.
Años más tarde, conoció a Andy y se enamoraron profundamente. Andy fue siempre incondicional y demostró amarla tal y como era. Finalmente, la pareja terminó comprometiéndose. Esto motivó a Jaquie a seguir con la rehabilitación pues soñaba con caminar al altar y con bailar con su esposo.
Aunque las esperanzas eran pocas, la joven se mantuvo firme y, tras incontables sesiones de rehabilitación, logró su cometido.
El día de la boda llegó y Jaquie lucía hermosa y radiante, como era de esperarse. Sin embargo, lo que pocos esperaban era verla caminar mientras hacía su ingreso al altar. Todos los invitados se mostraron sorprendidos y muy conmovidos al verla caminando hacia su esposo. Jaquie cumplió la promesa que se había hecho a sí misma.
Además, la novia se mantuvo de pie toda la ceremonia e incluso pudo bailar con su esposo. Ella confiesa que Andy fue su principal fuerza pues siempre la apoyó y confió en ella y su capacidad.
El ejemplo perfecto de constancia y fe. Sin duda una hermosa sorpresa para los invitados y un sueño hecho realidad para Jaquie.