En 2014, Llia Apostolou se encontraba sin un acompañante para la boda de su hermana. Evidentemente, no es malo asistir solos a este tipo de compromisos. Pero a veces es agradable tener compañía. Ese deseo de tener compañía animó a Llia a buscar una cita a través de las redes sociales. Específicamente, Twitter.

«¿Eres un hombre?¿Puedo tomarte prestado para una boda el próximo fin de semana? Puntos de bonificación si tienes un bebé que pueda pretender que es mío también».

 Phil Gibson respondió al tweet y, aunque nunca se habían visto, surgieron algunas chispas. «Puedo hacerlo, tengo un traje y todo».

 Tras la respuesta de Phil, la conversación continuó y hasta bromearon con casarse:

Phil: Puedo hacerlo, tengo un traje y todo.

Llia: Nos vemos en el altar.

Phil: ¡Es una cita! Solo una cita, ¿verdad?

Llia: ¿Es así cómo funcionan las citas por internet?

Phil: Mi abuelita ya quiere conocerte.

Llia: Eso es genial y todo, pero no la invité a mi boda. No, espera, LA boda. Lapsus línguae.

La pareja no llegó a asistir a la boda pues Llia no estaba muy segura. La boda de su hermana era un evento muy grande como ir con un desconocido. Sin embargo, decidieron conocerse en la ‘vida real’. La mujer contó que se vieron esa semana y el resto es historia.

Hace poco la pareja asistió a una boda que era nada más y nada menos que la suya. Tras tres años de conocerse, decidieron contraer matrimonio. Además, Apostolou se animó a compartir su historia en el lugar donde empezó todo: Twitter.

Por su parte, el feliz novio también se animó a compartir lo ocurrido. Y, como era de esperarse, Internet enloqueció. Muchos felicitaron a la pareja. Esperemos que sean muy felices.

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