Existen perros cuyo destino no es el que ninguno merece; como es el caso de Lola, una perrita que ha estado 8 años encadenada en un oscuro garaje sobre un piso de concreto frió y que ahora, felizmente, ha podido encontrar esa vida que todos ellos se merecen.
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Tras haber sido rescatada por la organización AMA Animal Rescue, Lola tuvo que ser sometida a una terapia de reinserción debido al miedo que les tenía a los humanos y, a la misma vez, a cualquier espacio donde está sola.
Afortunadamente Lola tiene una nueva madre humana que vive en Manhattan. Su nombre es Charlène von Saher y ha llevado la comodidad de este linda perrita, un paso más allá. Y es que a Lola le gusta juntar sus camas en una sola y dar largas siestas que se las tiene bien merecidas.
Charlène indica que Lola ya sabe dónde se encuentran las camas que le compraron y que le encanta lo suaves y cómodas que son. Es por ello que las lleva a todas partes de su nueva casa y las acomoda para poder relajarse un buen rato hasta que se despierta y las lleva a otro lado para seguir dormitando.
Lola también ha encontrado gran placer en descansar sobre todo cojín disponible en la casa, incluso, se roba la almohada de von Saher para poner sobre su cama.
Esta afortunada joven siente que Lola es el perro perfecto para una neoyorquina tan ocupada como ella, ya que Lola siempre se queda en casa tranquila descansando, y que es la amiga ideal para gozar juntas el resto de sus vidas, aunque todo el día duerma.
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Imágenes: Bored Panda