Los adorables gatos mascota de hoy son descendientes del gato salvaje africano. Si bien su temperamento de cazador solitario y territorial hace que resulte difícil imaginarlo de mascota, fue domesticado un par de veces. O al menos eso indica un estudio internacional liderado desde Francia en el Instituto Jacques Monod.
El equipo de investigadores analizó el ADN de gatos actuales y de restos arqueológicos, desde momias egipcias hasta restos de agricultores primitivos de Oriente Medio. Esto con el fin de reconstruir la historia de estos felinos y cómo se popularizaron en todo el mundo.
La investigación fue publicada el 19 de junio en la revista Nature Ecology & Evolution. Indica que los primeros en domar a estos animales fueron los agricultores del Creciente Fértil. Fue ahí donde se originó la revolución del Neolítico hace 12.000 años. La teoría sostiene que los cultivos atrajeron a roedores, que más adelante atrajeron a gatos salvajes. Los agricultores habrían establecido una relación de beneficio mutuo con los felinos tras notar el beneficio de tenerlos cerca.
Mientras la agricultura se esparcía por el Creciente Fértil, los gatos domados se extendían por Europa del Este, en las zonas actuales de Turquía, Bulgaria y Rumania. Para el 7.500 antes de Cristo ya eran animales cercanos a la personas. En efecto, se encontró un gato enterrado en una tumba de esa época en Chipre.
Posteriormente, en el Antiguo Egipto, los gatos y humanos entablarían amistad nuevamente. Es bien sabido que los egipcios los veneraban. De hecho, los criaban en templos y los momificaban al morir. Además se han encontrado pinturas que muestran a gatos junto a personas en tumbas faraónicas. Años más tarde, cuando la civilización egipcia fue dominada por el Imperio Romano, los gatos eran trasladados a bordo de barcos de comercio y se expandieron por todo el Mediterráneo.
Durante la Edad Media, los gatos se extendieron por el viejo mundo a través de rutas comerciales. Resultaba obligatorio llevar gatos en tripulaciones para evitar plagas de ratas. Se ha detectado ADN del linaje procedente de Egipto en restos de gatos de los siglos VII y VIII en Irán y Alemania.
En la actualidad, independientemente de su raza, los gatos conservan en su genoma restos de su historia, desde su origen un especies salvajes africanas, pasando por su domesticación en Oriente Medio y Egipto hasta los que se fueron propagando por África, Asia y Europa.
