A lo largo de la historia, han surgido diferentes sectas y grupos con diversas creencias. Sin embargo, hay historias que revelan cuán macabras pueden ser la ideas de los líderes de grupos de culto.
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La familia Manson
El nombre “Charles Manson” sigue siendo conocido a pesar del paso de los años. Todo empezó en 1967, cuando el hombre inició un grupo de culto en San Francisco. Más adelante, se movió a Los Angeles para seguir su sueño de dedicarse a la música. Él y su grupo vivieron un tiempo con Dennis Wilson, de la banda Beach Boys.
Más adelante, Manson dejaría sus ideas atroces al descubierto con un crimen que sacudió al mundo. En agosto de 1969, envió a un grupo de sus seguidores a una casa en Benedict Canyon.La orden era matar a todos los que estuvieran ahí. Entre las víctimas se encontraban la actriz Sharon Tate, entonces casada con Roman Polanski, y su estilista Jay Sebring. El crimen fue uno de los más sangrientos.
Al día siguiente, los seguidores de Manson asesinaron a Rosemay y a Leno LaBianca en su casa en Los Feliz.
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El templo del pueblo
En la década de 1950, Jim Jones fundó una iglesia en su natal Indiana. Según el, buscaba promover el socialismo e igualdad, con elementos religiosos de la Cristiandad. Inicialmente solo era alguien carismático que fingía curaciones. Pero, con el pasar de los años, consiguió un sólido grupo de seguidores.
En los años 70, trasladó su grupo a California y estableció una especie de comunidad en Redwood Valley. Más adelante, se trasladaron a Guyana pues Jones creía que una guerra nuclear era inminente y esa era una zona libre de peligro. El grupo vivió ahí por algunos años como “El Proyecto Agrícola Templo de los Pueblos”, pero tras algunas acusaciones, se hizo una investigación de abuso. Los guardias de seguridad del templo abrieron fuego contra el grupo y Jones ordenó que todos bebieron una bebida con cianuro.
Como resultado, un total de 918 personas murieron. Fue considerada la mayor pérdida de vidas de civiles estadounidenses en la historia, hasta el 11 de setiembre.
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Puerta del cielo
Heaven’s Gate era un culto ascético que tenía un complicado conjunto de creencias que involucraba a alienígenas, naves y más. Fue fundada por Marshall Applewhite y Bonnie Nettles en los años 70. Tras la muerte de Bonnie, en 1985, Marshall llevó el grupo a extremos, incluyendo un suicidio colectivo.
En 1997, Marshall empezó a difundir la idea de que una nave espacial seguía al cometa Hale-Bopp y, supuestamente, la nave llevaría a los miembros de la Puerta del Cielo al siguiente nivel de existencia.
Una mañana, encontraron a Applewhite y 38 de sus seguidores muertos en una casa alquilada en San Diego. Todos habían ingerido fenobarbital mezclado con puré de manzana. Todos llevaban el mismo uniforme y zapatillas Nike. Además, tenían $5.75 en sus bolsillos.
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Orden del Templo Solar
La orden se fundó en 1984 en Suiza. Traza su origen a los caballeros templarios medievales. La orden creía que el fin del mundo ocurriría en la década de los 90 y empezaron sus actos locos.
En 1994, el líder del grupo, Joseph si Mambro, ordenó el asesinato de un niño en Quebec. Más adelante, 50 miembros del grupo fallecieron. Algunos fueron asesinados y otros cometieron suicidio. Además el edificio del “templo” fue destruido por el fuego.
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La rama Davidianos
Esta rama se separó de los adventistas davidianos del Séptimo Día en 1955 las cosas empezaron a volverse retorcidas. En 1981, David Koresh se consagró como el líder del grupo, que tenía su sede en una comuna llamada Monte Carmelo.
Cuando se reportaron denuncias de abuso infantil en la comuna, algunos oficiales se dirigieron al Monte Carmelo. Se desató una batalla de armas y fallecieron 10 personas. Entonces, el FBI intervino y, tras 51 días, todo terminó con un incendio. Koresh murió con otras 76 personas. Más adelante, una investigación gubernamental determinó que los Davidianos habían iniciado el incendio ellos mismos.
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Aum Shinrikyo
Aum Shinrikyo fue fundada en 1984 por Shoko Asahara. Como muchos líderes, Asahara pensaba que el fin del mundo se acercaba. Aparentemente todo sería a causa de una guerra mundial iniciada por Estados Unidos. Además, Asahara creía que solo sus seguidores sobrevivirían a la guerra.
En 1995, el grupo ejecutó un ataque de gas sarín en el metro de Tokio. Como resultado, 12 personas fallecieron y 50 quedaron heridas. Tras el ataque, las autoridades japonesas descubrieron que el grupo también había ejecutado el asesinato del abogado Tsutsumi Sakamoto y su familia. Sakamoto trabajaba en una demanda colectiva contra Aum Shinriyko.
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La verdadera iglesia ortodoxa rusa
Era una ramificación de la iglesia ortodoxa rusa, fundada por Pyotr Kuznetsov. En 2007, cerca de 30 miembros del grupo se encerraron en una cueva rusa. Kuznetsov les había dicho que esperaran ahí hasta que el mundo terminara en 2008. Sin embargo, él no fue a la cueva con ellos.
El grupo creía que las tarjetas de crédito y códigos de barras eran satánicas y se rehusaban a salir. Incluso amenazaron con suicidarse si las autoridades trataban de sacarlos de la cueva. Finalmente, después de que dos miembros fallecieran ahí, algunas personas decidieron salir pues les preocupaba los vapores tóxicos de los cadáveres.
Otras personas se quedaron y solo salieron al ver que el techo de la cueva empezaba a derrumbarse.
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Movimiento para la restauración de los 10 mandamientos
La secta se formó en Uganda en la década de los 80. Los líderes Joseph Kibweteere y Credonia Mwerinde enseñaban que los miembros debían seguir todo lo de los 10 mandamientos si querían sobrevivir al apocalipsis que, según ellos, ocurriría el año 2000.
Cuando llegó el 1 de enero de 2000 sin incidente alguno, los miembros señalaron que los líderes se habían equivocado. Pero estos “aclararon” que la verdadera fecha era 17 de marzo. Lo cual fue cierto, pero no por hechos sobrenaturales.
Los líderes del movimiento incendiaron el lugar, las más de 500 personas que estaban dentro fallecieron. Posteriormente, las autoridades descubrieron los cuerpos de más víctimas en otras propiedades del grupo en Uganda. Los líderes habían planificado los asesinatos en respuesta a la agitación que ocasionó su fracaso en predecir el apocalipsis.