Fuggerei es una comunidad en Augsburgo, Alemania, en la que los residentes pagan un dólar al año por concepto de alquiler. Es decir, 88 centavos de euro. El monto de la renta se ha mantenido desde el siglo XVI, cuando se pagaba en florines. Ha sido bautizado como “el proyecto de vivienda social más antiguo del mundo”. Actualmente, 150 personas viven ahí, en viviendas pintorescas.
Además, el complejo cuenta con un museo, una vivienda en exposición y un bunker construido durante la Segunda Guerra Mundial. “Somos una pequeña comunidad y nos llevamos bien”, le dijo Ilona Barber a BBC Mundo.
Stadt Augsburg
Historia
La comunidad “Fuggerei” fue fundada en 1521 por Jakob Fugger «el rico», un comerciante y famoso banquero de la época. Uno de sus gestos filantrópicos consistió en crear un complejo residencial para los necesitados. Sin embargo, Jakob estableció algunas condiciones para poder residir ahí. La primera era, evidentemente, necesitar el espacio por motivos económicos, la segunda era ser católico y se debía rezar tres veces al día.
A la fecha, las condiciones siguen vigentes. No obstante, Astrid Gabler, encargada de comunicación y programas de Fuggerei, señala que el tema de rezar es decisión personal de los residentes. La comunidad cuenta con una iglesia y un cura que también vive ahí.
Bavaria
Otro de los requisitos es que, cada día, las puertas se cierran a las 10 de la noche. Y quien llega tarde debe pagar una multa de entre 50 centavos y un euro, según la hora.
Un banquero muy importante
Fugger fue toda una personalidad en su época. Tanto que el pintor más famoso del Renacimiento alemán, Alberto Durero, hizo un retrato de él. Si bien, Fugger provenía de una familia adinerada, logró aumentar la fortuna gracias a sus operaciones comerciales y mineras.
The Economist escribió: “Fugger nunca ha sido celebrado como Cosimo de Medici y sus hijos y primos florentinos. Pero era el mejor banquero. Si hoy estuviera vivo, hubiera arrasado en Wall Street en la City de Londres”.
Fugger
Trabajos para la comunidad
Ilona Barber tiene 66 años y se considera afortunada de vivir ahí. La mujer cuenta que la pensión estatal que recibe es «muy limitada» y no le bastaría para pagar una renta en la ciudad. “Los residentes hacemos trabajos para la comunidad. Yo ahora me encargo de la vigilancia durante la noche”, cuenta Barber.
El banquero destinó parte de su riqueza a la creación de un fondo en nombre del santo local, San Ulrich. La dote correspondía a 10 mil florines, lo que garantizaba un interés de 500 florines anuales para las fundaciones caritativas que creó.
Fugger Foundations
Fondos
Las inversiones que la familia hizo y los intereses que aportan han permitido que Fuggerei pueda seguir siendo financiado en la actualidad. Además, otra fuente de financiamiento proviene de las entradas que pagan los turistas. La residencia recibe cerca de 180 mil visitantes al año.
Fugger Foundations
