Este mes se celebra la concienciación de la depresión posparto y es por eso que una madre ha escrito sobre cómo tuvo que lidiar con la ansiedad y trastorno obsesivo que experimentó luego de dar a luz. Ella quiso contarle al mundo lo que sufren las madres al tener un hijo, pues todos estamos acostumbrados a ver el lado bonito de esta faceta.
Kathy DiVincenzo compartió en su cuenta de Facebook dos fotografías que muestran el aspecto de las mamás durante este difícil proceso. Ambas fotos representan su vida, dependiendo de los ánimos de su día.
«Me da miedo que piensen que soy débil, que estoy loca, que soy mala madre o un millón de cosas más de las que mi mente logra convencerme, y sé que no estoy sola y que mucha gente piensa esas cosas. Tenemos que dejar de dar por hecho que el periodo posterior al parto siempre es un momento de euforia, porque para 1 de cada 7 mujeres no lo es. Tenemos que empezar a preguntarles a los padres de recién nacidos cómo están con más interés del habitual porque el típico «¿cómo va todo? genera la respuesta automática de «¡todo genial!». Tenemos que aprender a identificar las señales, los síntomas, los factores de riesgo y a informarnos de los planes de apoyo para las enfermedades relacionadas con el posparto». Es un poco de lo que habla en su extenso post.
De esta manera, Kathy quiere pedir a los padres que rompan el tabú del tema y se animen a hablar más sobre su experiencia para que se den cuenta que no están solos. Ella se percató de que su Facebook estaba lleno de publicaciones alegres con sus hijos y se dio cuenta que eso podría causarle daño a las otras madres que sufren de depresión posparto, pues pensarían que son las únicas que se sienten así.
Su iniciativa ha tenido muchas respuestas positivas de otras personas. También, ella espera que se aproveche este acontecimiento para que se comparta información sobre factores de riesgo, las señales y los síntomas relacionados al trastorno. Kathy recalca que se debe estar pendiente de los padres de recién nacidos durante, aproximadamente, un año para saber cómo realmente están.