El sábado pasado, un par de jóvenes ingresó a las catacumbas de París. De momento se desconoce si lo hicieron ilegalmente o no. Los adolescentes, de 16 y 17 años, fueron rescatados gracias a unos perros rastreadores. El operativo de rescate duró más de cuatro horas.
Por fortuna, los chicos fueron rescatados ilesos, aunque debieron recibir atención médica debido a sus síntomas de hipotermia.
Las catacumbas son una red de cámaras funerarias antiguas. Llegan incluso a superar los 250 kilómetros y solo una pequeña sección está abierta al público. No obstante, no faltan curiosos (cataphiles en francés) que ingresan a los túneles a través de entradas secretas. Algunas veces con el deseo de explorar y otras para celebrar fiestas secretas, indica Hugh Schofield, periodista de BBC en París.
Por otra parte, Schofield asegura que la parte clausurada de los túneles no cuenta con un mapa, así que es como un laberinto. Además, la agencia de noticias AFP indica que la temperatura en los pasillos es de cerca de 15º C.
Historia
Las catacumbas son un osario subterráneo, creado en el siglo XVIII en una red de canteras abandonadas desde el siglo XV. La sobrepoblación de los cementerios de la región llevó a que se decidiera trasladar los huesos de seis millones de personas a las catacumbas.
Las catacumbas fueron abiertas al público a principios del siglo XIX. Y, hoy en día, constituyen uno de los lugares turísticos más visitados de la capital francesa.